Si estás leyendo esto, es porque estás comprometido con convertirte en un mejor trader ¿no es así?
Prueba de esto es que hace meses que sigues mi programa formativo en el que, naturalmente, la complejidad se ha ido incrementando progresivamente.
Hay cosas que los aprendices no entienden al principio, y no importa cómo se las digas, sencillamente no las escuchan. Una de ellas es que la clave del éxito en Bolsa está en volver a las raíces, a los principios básicos, y entenderlos de verdad y, de una vez por todas, respetarlos siempre.
Por eso, esta vez quiero repasar contigo un par de fundamentos sobre el stop loss. Contra lo que pueda parecer, esta no es formación para principiantes, aunque parezca básica, simplona y evidente. Es la vuelta a las raíces. Presta atención:
Para ganar en Bolsa hay que saber perder. Es la pura verdad. No se trata tanto de ganar más y más, sino de esforzarse en perder lo mínimo posible mientras hacemos todo lo demás bien (mentalidad adecuada, control del riesgo, gestión de capital, análisis técnico y mejora continua).
Cuando perdemos en cada operación, la inmensa mayoría de las veces es porque el precio se da de bruces contra el stop loss.
Así que, cómo colocar el stop loss inicial y cómo ajustarlo conforme avanza el precio es uno de los aspectos más importantes de un trading rentable.
Ya sabes que nuestra ganancia será directamente proporcional a la diferencia entre el precio de salida y el de entrada. Una buena entrada no vale de nada con una mala salida. Sin embargo, una buena salida con una entrada floja puede dar muy buenos resultados.
La realidad del asunto es que la inmensa mayoría de las veces cerraremos nuestras posiciones al tocarse nuestro stop loss. Si va mal, se alcanzará nuestro stop loss inicial. Y, si va bien, conforme avance el precio, iremos acercando el stop loss para proteger parte de nuestros beneficios.
De este modo, sólo en los excepcionales casos en los que el precio alcanza nuestro objetivo dando signos de comenzar un giro en contra, saldremos en ese punto. El resto de las veces saldremos en el stop loss, incluso por encima del objetivo incialmente planteado. Por eso es tan importante dominar la técnica de colocar y ajustar un stop loss.
En este asunto hay dos reglas de oro.
Primera regla: El stop loss se coloca según un criterio geométrico
¿Esto qué quiere decir? Quiere decir que, sin mirar el gráfico no puedes estimar dónde poner el stop loss. Tienes que colocarlo en el primer punto que se alcanzaría si el precio no se moviese según lo esperado.
Para ello, tienes que fijarte en la tendencia, en la forma de las velas y en cómo están colocadas, en la volatilidad, en la inercia del precio. Tienes que fijarte en el "dibujo" que forman las velas y colocar el stop loss allí donde no debería ser alcanzado. Ni muy cerca (para que el ruido de mercado no lo haga saltar si el precio avanza bien) ni muy lejos (para no asumir demasiado riesgo con todo el dinero que podrías perder si el precio se da la vuelta y alcanza nuestro stop).
Es muy frecuente (y tremendamente perjudicial) que la gente empiece a contar el dinero a la hora de colocar o ajustar el stop loss. No caigas. Ubica tu stop atendiendo sólo a la geometría del gráfico y olvídate de todo lo demás. Decide sólo en función de la forma del gráfico.
La segunda regla de oro: El stop loss nunca se aleja.
Si el precio avanza a nuestro favor, la cantidad de dinero arriesgado crece, pues estamos teniendo ganancias virtuales cada vez mayores que, si el precio se girase y tocase nuestro stop loss se desvanecerían; por lo que, si el precio actual y el stop loss se van distanciando, el riesgo aumenta. Para evitarlo, querremos ir acercando nuestro stop loss y así proteger parte de nuestros beneficios virtuales.
La segunda regla de oro dice que eso está muy bien hecho, pero que está prohibido hacer lo contrario. Está prohibido darle más aire al precio para que maniobre.
Si alguna vez te ves a ti mismo alejando un stop loss, ya puedes apagar el ordenador y escribirte en la cara la palabra PERDEDOR.
La forma adecuada de colocar un stop loss es, mirar al gráfico, estimar hasta dónde puede oscilar el precio por el ruido de mercado, aún avanzando a favor, y poner el stop loss al lado mismo de ese punto. Después de eso, no se toca.
¿Que el precio no avanza a tu favor? Tienes dos opciones: O cierras directamente tu posición o esperas a que alcance tu stop loss. Lo que jamás puedes hacer es alejar un poco el stop para darle cancha.
¿Que el precio avanza a tu favor? Estupendo. Puedes ir acercando progresivamente el stop loss, pero nunca puedes rectificar un ajuste excesivo. Es una cuestión de mentalidad. Si relajas tus reglas, te pierdes el respeto a ti mismo y dejas de confiar en tu poder.
Esta segunda regla quizás te saque de la operación alguna vez antes de tiempo. Pues bien hecho estará.
En trading, la avaricia no sólo rompe el saco, sino que también te da un puñetazo en la cara.
Respeta estas dos reglas de oro por encima de todo y automáticamente te pondrás por delante del 90% de la gente que opera en Bolsa.

Director de Instituto LA MONEDA
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