Como hemos visto anteriormente, operar en la Bolsa de
Valores implica un riesgo, ya que finalmente el resultado no está garantizado. Aceptar
el riesgo significa aceptar las consecuencias
de nuestras operaciones sin
malestar emocional o miedo. Esto quiere decir que debemos aprender a pensar en
el trading y su relación con los mercados de tal modo que la posibilidad de
equivocarse, perder, omitir, o dejar dinero sobre la mesa, no haga que nuestros
mecanismos de defensas mentales se disparen y nos aparte del flujo de
oportunidades. No es adecuado asumir el riesgo de realizar una operación si
tenemos miedo de las consecuencias, porque nuestros miedos actuarán sobre
nuestra percepción de la información y comportamiento, haciendo que genere la experiencia
que más tememos y que estamos tratando de evitar.
La idea es crear una estrategia de pensamiento específico, compuesto de un conjunto de creencias que nos mantendrá enfocado en el momento y en el flujo. Con esta perspectiva, no estaremos tratando de obtener cualquier cosa o evitar algo del mercado. Por el contrario, nos permitirá desarrollarnos en él, y tomaremos ventaja de cualquier situación que percibamos como una oportunidad. Cuando estemos dispuestos a aprovechar una oportunidad, no debemos tener ninguna limitación o expectativa sobre el comportamiento de la bolsa. Simplemente estaremos satisfechos de dejar al mercado bursátil hacer lo que tiene que hacer. Sin embargo, en el proceso de hacer algo, la Bolsa de Valores crea ciertas condiciones que se perciben como oportunidades. Entonces se debe actuar sobre esas oportunidades aplicando lo mejor de nuestras capacidades sin dejar que nuestro estado mental se vea afectado por el comportamiento del mercado.
Es difícil aceptar los riesgos del trading sin la comodidad
emocional y el miedo. En otras palabras,
cómo mantener nuestra confianza y no sentir dolor cuando estemos absolutamente
seguros de que podemos tener un mal resultado, perder dinero, omitir o dejar de
hacer algo. Cuando se acepta verdaderamente el riesgo, no se percibe nada en la bolsa como una amenaza y, por lo tanto, no hay nada que temer considerando
siempre que no caigamos en la imprudencia y manteniendo
siempre los mecanismos de supervisión. La mayoría de personas que comienzan a
operar en la Bolsa de Valores lo hacen sin preocupaciones y, a continuación,
aparecen los temores que disminuyen su potencial.
Finalmente, lo importante es que se entienda que es
completamente posible operar como lo hacen los profesionales, sin temor para
así obtener los mejores resultados posibles.
Por: Javier Vásquez
Especialista en Bolsa de Valores
daytrader5150@yahoo.com
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